Un día como hoy pero de 1837 nacía Pedro Mallo, médico, historiador y escritor argentino que desarrolló conceptos teóricos y elementos prácticos para los heridos que producían los constantes conflictos armados. Realizó un trabajo destacado en una época en la que se buscaba solucionar tres problemas graves: la hemorragia, el dolor y la infección.
Nació en la ciudad de Buenos Aires. Era hijo de Manuel Mallo y de Juana Freyre. Ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas de la universidad de Buenos Aires en 1858. Un año después, siendo estudiante se alistó en el ejército y colaboró como asistente en el cuerpo de cirujanos en la batalla de Arroyo de Cepeda en la que las tropas de Justo José de Urquiza derrotaron a las de Bartolomé Mitre, tras lo cual se firmó el Pacto de San José de Flores que significó la reincorporación de Buenos Aires a la Confederación Argentina.
En 1861 participó en el Hospital de Sangre de La Barraca, cerca de Rosario, para dar atención médica a los heridos de la batalla de Pavón, en la que Urquiza se retiró misteriosamente del combate dejando el triunfo en manos de Mitre.
En 1862 regresó a sus estudios y se desempeño como Disector de Anatomía. En 1864 se recibió de médico con una tesis que tituló “Algo sobre la enajenación mental”. Tuvo que defenderla con firmeza dado que los conceptos innovadores que proponía fueron rechazados inicialmente por el jurado que, luego, la reevaluó y la aprobó.
Ese mismo año, fundó con Ángel Gallardo la “Revista Médica Quirúrgica”, la segunda publicación especializada en ciencias médicas en la historia de nuestro país. Se editó durante 24 años con ediciones quincenales y se especializó en la difusión de trabajos científicos con el objetivo facilitar la actualización profesional regular y promover el intercambio de ideas.
Con motivo de la guerra de la Triple Alianza contra la República del Paraguay, el gobierno argentino decretó la organización del Cuerpo Médico. Mallo se alistó en dicho cuerpo con el grado de Sargento Mayor y tuvo una destaca actuación en la organización de tiendas de sanitarias y hospitales de sangre (tiendas de campañas cercanas al lugar de las operaciones militares) en la provincia de Corrientes. Su aporte práctico más importante fue creación de la camilla de campaña y de la primera mochila botiquín que permitieron la evacuación rápida del campo de batalla y las curaciones preliminares de los heridos en el terreno.
En un interregno, durante 1867, se casó con Isabel Uriarte con quien tuvo una hija.
En 1870 fue herido en las acciones de guerra y retornó a Buenos Aires donde se lo adscribió a la Capitanía General de Puertos y Comandancia General de la Marina. Inmediatamente se integró a la Comisión Popular de Socorros durante la epidemia de fiebre amarilla que afectó a la ciudad de Buenos Aires, produjo la muerte de 15.000 personas y la emigración de otras 35.000, un cuarto de su población. La escasez de profesionales y la precariedad de los medicamentos existentes eran notables.
Mallo fue uno de los que aguantó la parada junto a Francisco Javier Muñiz, Adolfo Argerich, Ignacio Pirovano, Guillermo Rawson, Roque Pérez, Pedro Zavaleta, Eduardo Wilde, Eustaquio Herrero Salas, Mateo Luque, Vicente Ruiz Moreno, Caupolicán Molina, Pedro Díaz de Vivar, Juan Ángel Golfarini, Ventura Bosch, Manuel Argerich, Adolfo Señorans, Francisco López Torres, Florencio Ballesteros, entre otros.
Cuando terminó la epidemia, retornó a su cátedra de Medicina Legal en la Universidad de Buenos Aires que había ganado por concurso un año antes. En 1873 fue nombrado profesor en la materia Partos y tres años después concursó y ganó el cargo de profesor interino en la Cátedra de Higiene Pública y Privada. Posteriormente, fue designado profesor titular de esa cátedra.
En 1877 la Inspección y comandancia de Armas encargó a Mallo la elaboración de un proyecto de organización del Cuerpo Médico del Ejército en guarnición y en campaña, que luego fue aprobado por el gobierno. En 1879 se decretó la organización de la Sanidad Naval. Mallo fue nuevamente convocado para su ejecución con el grado de Cirujano Principal de la Armada y jerarquía equivalente a teniente coronel. Pocos meses después, integró la Junta Provisional de Higiene Nacional que organizó el Departamento Nacional de Higiene, entre otras cuestiones.
En 1880 fue nombrado en el cargo de Cirujano Mayor de la Armada y director del Cuerpo de Sanidad Naval. En ese carácter organizó la atención y evacuación de los heridos de ambos bandos durante la revolución de 1880, que supuso la derrota del bonaerense Carlos Tejedor y consolidó la federalización de la ciudad de Buenos Aires y su condición de capital de la República.
En 1884 integró, junto a Eleodoro Damianovich e Inocencio Torino, la comisión encargada de la construcción y funcionamiento del Hospital Militar de Buenos Aires (ubicado en Combate de los Pozos y Caseros). En 1885 se desató la epidemia de cólera en la provincia de Córdoba y Mallo se trasladó a Rio Cuarto y al Regimiento 2 de Artillería, principal foco de la peste, hasta que logró eliminarla. El 15 de octubre de 1888 se dictó la ley 2377 por la cual se organizó definitivamente la estructura de la Sanidad de la Armada y Pedro Mallo fue designado Inspector General del Cuerpo Médico de la Armada. Cumplió sus tareas en ese cargo hasta 1896, año en que se retiró de la actividad militar.
Ocupó varios cargos de responsabilidad en la facultad de Ciencias Médicas y el Hospital de Clínicas y en 1897, a instancias del decano de la facultad, publicó junto a José Antonio Pillado la obra Páginas de la Historia de la Medicina en el Río de la Plata y Apuntes históricos sobre la viruela, la variolización y la vacuna, sobre los orígenes y desarrollo de las ciencias médicas en nuestro país y el brote de la enfermedad que azotó reiteradamente a la ciudad de Buenos Aires y la campaña circundante. También publicó Apuntes Históricos sobre el Estado Oriental del Uruguay, sus médicos, instituciones de caridad, etc.. Al Mismo tiempo, colaboró en los “Anales de la Facultad de Ciencias Médicas” y en el “Boletín de Sanidad Militar”.
Durante su carrera castrense había despuntado el vicio de la escritura. Publicó Lecciones de Higiene Privada y Pública, Sanidad en combate, Higiene en los buques de guerra, Enfermeros en la Armada, Material sanitario en los buques y escribió un Tratado de Higiene Militar, que constaba de dos tomos.
En 1899 fue designado vicedecano de la facultad de Ciencias Médicas de la universidad de Buenos Aires pero su corazón dijo basta el 19 de junio de ese año y su larga travesía de curiosidad, estudio, práctica permanente y escritura regular se tomó un descanso. El Hospital Naval Central, ubicado frente al Parque Centenario de la ciudad de Buenos Aires, lleva su nombre en honor a su larga y prolífica trayectoria.
Salú Pedro Mallo!

Ruben Ruiz
Secretario General