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Efemérides 24 de Octubre – Rosa Parks.

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Rosa Parks.

Un día como hoy pero de 2005 nos dejaba Rosa Louise McCauley Parks, La primera dama de los derechos civiles en EE UU, la mujer negra que desató una extensa campaña de protestas y resistencia no violenta por los derechos básicos de su comunidad cuando se negó a ceder su asiento a un pasajero blanco en una línea municipal de colectivos de la ciudad de Montmomery, capital de Alabama.
Nació en Tuskegee, Alabama. Hija de James McCauley, carpintero y Leona Edwards, maestra. Tenía sangre africana, Cherokee-Creek, escocesa e irlandesa. Sus padres se divorciaron cuando Rosa tenía dos años y se mudó con su madre a Pine Level a la casa de sus abuelos, Rose y Sylvester Edwards, ex esclavos y defensores de la igualdad racial. Allí, hizo su instrucción primaria en escuelas rurales segregadas. En esa época, las y los alumnos negros de primero a sexto grado estaban obligados a ir caminando a sus establecimientos mientras que los blancos iban en transporte público a edificios nuevos. A los 11 años ingresó en la Escuela Industrial para Niñas en Montgomery y, luego, a la Escuela de Maestros del Estado de Alabama para negros en educación secundaria. A los 16 años tuvo que abandonarlas para cuidar a sus abuelos y a su madre muy enfermos y comenzó a trabajar como costurera en una fábrica de camisas de la ciudad.
En 1932 se casó con Raymond Parks, peluquero y miembro activo de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) que, en esos meses, participaba de una colecta para defender a los Scottsboro Boys, un grupo de hombres negros acusados de violar mujeres blancas con pruebas falsas. En 1933 terminó sus estudios secundarios y fue parte del 7% de afroamericanos con título secundario en todo el territorio estadounidense.
En 1943 ingresó como miembro activa de la NAACP de Montgomery, es líder juvenil y trabajó como secretaria del responsable de la sección local del movimiento. En 1944 consiguió un trabajo en la Base de la Fuerza Aérea Maxwell, en las afueras de esa ciudad racista, que, al ser de propiedad federal, no se regía por las leyes de discriminación racial del estado de Alabama. Simultáneamente, investigó una violación en grupo infringida a Recy Taylor, una mujer negra de Abbeville y organizó el “Comité para la Igualdad de Justicia para la Sra. Recy Taylor” que tuvo un impacto social pocas veces vista hasta ese momento. Se quedó sin trabajo. Logró reinsertarse como ama de llaves y costurera en la casa de una familia liberal que le permitió sobrevivir económicamente.
No podía prescindir de un salario pero no iba a abandonar la lucha.
En el verano de 1945 asistió al centro de educación para el liderazgo en los derechos de los trabajadores y la igualdad racial, llamado Highlander Folk School, en Tennessee. Aprendió técnicas de organización ciudadana, fue asesorada por la educadora y veterana militante Septima Clark y superó su primer desafío: inscribirse en el padrón electoral a pesar de las leyes discriminatorias existentes.
En agosto de 1955 el joven negro Emmett Till fue brutalmente asesinado por haber interactuado con una joven blanca en Mississippi. En su entierro, el líder regional del liderazgo negro les comunicó que los dos asesinos del pibe habían sido absueltos. La indignación se apoderó de la comunidad negra. Rosa, en particular, había trabajado mucho para llevar a los homicidas ante la justicia. El 27 de noviembre de 1955, Rosa asistió a una reunión en la Iglesia Bautista Dexter Avenue para manifestar su dolor por el asesinato de los activistas George W. Lee y Lamar Smith y discutir una estrategia pública.
Llegó el 1º de diciembre de 1955. Rosa se subió al colectivo, pagó su boleto y se sentó en la primera línea de asientos destinada a los negros/as, del lado del pasillo. Por una ordenanza de la ciudad, los negros/as no se podían sentar con los blancos/as y, si no había asientos solo para blancos/as, debían moverse al fondo del colectivo y dejar libres esos lugares. Para ello, había una señalización móvil que les iba indicando que debían retirarse a medida que se llenaba el transporte de pasajeros blancos.
El colectivo en cuestión continuó su trayecto, llegaron a la parada del Empire Theatre y subieron una cantidad de pasajeros blancos; algunos ocuparon los asientos delanteros y otros viajaron parados sin realizar ningún reclamo. Pero el conductor, James F. Blake, exigió a cuatro pasajeros de color que se movieran al fondo para que se sentaran los blancos que viajaban parados. El hombre y dos mujeres que estaban a su lado cedieron, pero Rosa se negó. El conductor se enojó, se alteró, amenazó con denunciarla. Rosa se movió al asiento contiguo a la ventana, dejando un lugar vacío para ser ocupado. Llegó la policía y detuvo a Rosa por violar la ordenanza local y pasó toda la noche en la cárcel.
Edgar Nixon, presidente local de la NAACP y su amigo Clifford Durr lograron excarcelar a Rosa esa noche, pero fue juzgada al día siguiente. El juicio duró 30 minutos, fue declarada culpable y su pena fue pagar 10 dólares de multa y 4 dólares de costas. El caso tomó estado público. Fue el hecho que colmó la paciencia de la comunidad negra de Montgomery. Había indignación y ganas de rebelarse.
Se contactaron con Jo Ann Robinson, profesora del Alabama State College y miembro del Consejo Político de Mujeres quien consideró que había que llegar hasta las últimas consecuencias en la justicia. Apelaron. Paralelamente, una amiga de la infancia de Rosa, la activista Johnnie Carr y un pastor recién llegado, Martin Luther King, organizaron un boicot contra los colectivos de la ciudad y convocaron a la comunidad negra a no usar ese medio de transporte. Tuvieron éxito. Ninguno de los 40.000 habitantes negros de Montgomery utilizó el colectivo. Esa misma noche, 18 activistas se reunieron en las afueras de la ciudad y decidieron dos cosas: crear una organización que llamaron Asociación para las Mejoras en Montgomery y nombrar como presidente a Martin Luther King.
El boicot duró 381 días y la empresa de transporte estuvo a punto de quebrar. No fue fácil. Los grupos blancos segregacionistas usaron la violencia, quemaron iglesias y las casas de Martin Luther King y Edgar Nixon; las autoridades cancelaron los seguros de los taxis que manejaban los afroamericanos en la ciudad y ciudadanos negros fueron arrestados por violar una antigua ley que prohibía los boicots.
El juicio continuó hasta que la Corte Suprema de EE UU declaró inconstitucional la ordenanza municipal que imponía la separación racial en los colectivos. La orden del Tribunal Supremo se conoció en Montgomery el 20 de diciembre de 1956. Al día siguiente se levantó el boicot y los ciudadanos y ciudadanas negras subieron a los colectivos y se sentaron donde quisieron sin que pudieran ser molestados. Este triunfo trajo aparejado otras manifestaciones a nivel nacional y un cambio importante en la legislación. Fue un hito en la larga lucha de la comunidad negra de EE UU. Rosa Parks se convirtió en ícono nacional y global de la lucha por los derechos civiles de las minorías raciales. No obstante, hubo un castigo adicional: Rosa y su esposo perdieron sus respectivos trabajos.
Sus batallas continuaron en Detroit. Participó de numerosas denuncias y manifestaciones y en la Marcha sobre Washington por el trabajo y la libertad en 1963. Desde 1965 hasta 1988 trabajó con el diputado afroamericano del Partido Demócrata John Conyers. Después del asesinato de Martin Luther King se acercó y participó del Black Power, variopinto movimiento que proponía la liberación del pueblo negro de EE UU y adoptó diferentes estrategias políticas, sociales y culturales.
Cuando enviudó en 1977 trabajó incansablemente con su vieja amiga Elaine Eason Steele en la creación del Instituto Rosa y Raymond Parks for Self-Development para incentivar el desarrollo personal de los/as jóvenes negros y la capacitación en liderazgo social. Lo inauguraron en 1987.
Salú Rosa!! Por tu dignidad sin dobleces, por tu confianza en la organización social para vencer al poder, por tu paciencia de costurera para construir mayorías, por tu decisión firme para liberarte de los miedos y los prejuicios.

Ruben Ruiz
Secretario General 


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