img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
home2
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_19
img_home_18
img_home_13
img_home_13
img_home_12
img_home_11
img_home_7
previous arrow
next arrow
Shadow

Efemérides 27 de Marzo – Sarah Vaughan

Compartir

La Divina, la reina del bebop

Un día como hoy pero de 1924 nacía Sarah Lois Vaughan, alias Sassy, actriz, pianista y cantante estadounidense de jazz que se transformó en una de las más influyentes voces femeninas de ese género musical.
Nació en Newark, estado de Nueva York. Hija de Ada Baylor, lavandera y organista de la iglesia del barrio y de Asbury «Jake» Vaughan, carpintero de profesión, guitarrista y pianista aficionado. Su infancia estuvo rodeada de música. Recibió clases de piano desde 1931 hasta 1939. Simultáneamente, cursó sus estudios primarios en el East Side High School y luego en el Newark Arts High School. Además, se incorporó como pianista, organista e integrante del coro de la iglesia baptista del Monte-Sion.
Su inclinación por la música hizo que abandonara sus estudios antes de finalizar el secundario.
Siendo adolescente cantaba en algunos clubes nocturnos de Newark y actuaba como pianista y cantante en el Piccadilly Club y en el aeropuerto de Newark. En el otoño de 1942 fue con su amiga Doris Robinson a Nueva York. Participaron en un concurso musical realizado en el Apollo Theatre Amateur Night, en el barrio de Harlem. Doris como cantante, Sarah en el acompañamiento de piano. Ganaron el segundo premio.
Meses después reincidió en solitario. Compitió como cantante en el concurso de talentos realizado en el mismo teatro con el tema “Body and soul”. Ganó el primer premio. La recompensa: 10 dólares y la promesa de cantar una semana en el lugar.
Fue telonera de Ella Fitzgerald quien la presentó al director de orquesta Earl «Fatha» Hines y al cantante Billy Eckstine con la recomendación de que escucharan esa voz con atención. Inmediatamente la contrataron como cantante y segunda pianista de la orquesta. Era el comienzo de la primavera de 1943.
El contrato se registró solo en su carácter de pianista ante la Federación de Músicos Americanos pero la llegada del trombonista y pianista Cliff Smalls implicó que Sarah actuara exclusivamente como cantante y que el nuevo contrato debiera registrarse ante el Gremio Americano de Artistas de Variedades. Sutilezas del mundo sindicalizado de los/as artistas norteamericanos.
Uno de sus primeros compañeros fue Dizzie Gillespie. El mundo de la renovación del jazz merodeaba por los dominios de Sarah Vaughan. Al año siguiente aceptó la invitación de Ekstine a participar de una nueva orquesta. Fue parte de ese viento musical que se tradujo como bebop. Cantó junto a los trompetistas Miles Davis y “Kenny” Dorham, el baterista Art Blakey, los saxofonistas Lucky Thompson, Gene Ammons y Dexter Gordon y el trombonista Bennie Green. Una extensa huelga de intérpretes impidió que esas canciones quedaran grabadas, salvo «I’ll wait and pray».
En 1945 comenzó su carrera solista. Actuó en los clubes de la calle 52 de Nueva York y recibió la inestimable ayuda de Dizzie Gillespie para introducirse en las discográficas independientes. Grabó «Lover man» junto al quinteto de Gillespie y Parker para el sello “Guild” y luego grabó en las compañías “Continental”, “Crown” y “Gotham” que le permitieron perfeccionar su estilo.
En 1946 ocurrieron dos hechos importantes. Se casó con su representante, el trompetista George Treadwell y grabó para el sello “Musiccraft”. Su pareja influenció mucho en el cambio de su estética y el modo de relacionarse con la industria. La grabadora le permitió ocupar un espacio entre oyentes y críticos de jazz con temas como «If you could see me now», “Tenderly”, “It’s magic”, «Don’t blame me», «I’ve got a crush on you» o «Everything I have is yours».
En 1949 ingresó al sello “Columbia” y consolidó su popularidad con temas como “Black coffee”, “Vanity”, “Summertime”, «That lucky old sun», «I’m crazy to love you”, «Thinking of you», «I cried for you», «My tormented heart». Fue su momento con la balada. Pero no perdió su cercanía con el bebop y condujo un programa emitido por la radio neoyorquina WMGM que se llamó “Canciones de Sarah Vaughan” en el que también discutía con otros músicos acerca de los estilos musicales y las nuevas propuestas que surgían en el ámbito del jazz.
Descontenta con su relación comercial con el sello y por diferencias económicas, ingresó en “Mercury” y acrecentó su presencia artística con «Make yourself comfortable», «How important can It be», «Whatever Lola wants», «You ought to have a wife» y » Misty «. Su punto culminante fue con «Broken hearted melody», un tema liviano con el que ganó un disco de oro.
En 1958 se divorció de George Treadwell y también se distanció de su sello discográfico. Al año siguiente ingresó a “Roulette Records” donde fue dirigida por Jimmy Jones, Benny Carter, Quincy Jones y Lalo Schifrin, entre otros. Se casó repentinamente con Clyde Atkins a quien transformó en su representante y continuó con los éxitos: “Serenata”, «Eternally», «You’re My Baby» o un álbum intimista y de alto vuelo grabado en cuatro horas en vivo: “After hours”.
Imposibilitada de tener hijos biológicos adoptó una niña, Debra. No obstante, su matrimonio se oscureció con incidentes violentos y descontroles financieros de su marido y representante que la dejaron en la quiebra. Se divorció en 1963. Inmediatamente, retornó a Mercury Records y realizó una gira europea de la que nació un álbum exquisito: “Sassy swings the Tivoli”.
Los cambios en los gustos musicales del público y la invasión británica acorralaron al jazz pero Sarah mantuvo la calidad de sus grabaciones y el estilo de sus actuaciones con solidez.
En esa época ingresó al sello “Mainstream Records” donde trabajó con directores como Ernie Wilkins, Michel Legrand o Jack Elliot y para quien grabó un concierto en Japón con su trío de jazz. La relación comercial se acabó en 1974 y comenzó una época en la que cantó junto a grandes filarmónicas de EE UU que produjo otro éxito musical.
En 1977 se encontró con Norman Granz, representante de Ella Fitzgerald, quien la incorporó a su sello: “Pablo Records”. Fue su momento de acercamiento con la música brasileña y latina, su inmersión con un cuarteto de lujo: el pianista Oscar Peterson, el guitarrista Joe Pass, el bajista Ray Brown y el baterista Louis Bellson y álbumes dedicados a Duke Ellington, entre otros.
La década del ’80 fue la de los reconocimientos. Los clubes de la Calle 52 en Nueva York, premios Grammy y Emmy y algunas perlas musicales grabadas en video: “Sarah Vaughan live in Monterey”, “Sass y Brass” y “Sarah Vaughan: The Divine One”.
El tabaco hizo su trabajo y apareció el cáncer de pulmón. En la primavera de 1990, cansada de la quimioterapia, pidió que la liberaran del tratamiento y partió con su incansable voz grave.
Improvisadora nata, maestra del scat y pionera del bebop, de voz poderosa y versátil que mezclaba agresividad y ternura, con un control sofisticado de los vibratos y una tesitura con timbre de ópera; sus tonos graves que saltaban al registro de soprano con naturalidad, su amistad inmediata con los arreglos musicales, su dominio del escenario y su simpatía arrolladora que inundaba el espacio. Fumadora empedernida, incondicional en el cuidado de su hija y sus padres, de relaciones amorosas inestables y complicadas.
Salú Sarah Vaughan! Por tu voz ampulosamente suave que aleja la vorágine cotidiana al rincón de las ánimas y nos sumerge en la sensibilidad del jazz.

Ruben Ruiz
Secretario General 


Compartir
Volver arriba