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Efemérides 16 de Marzo – Jean Purdy

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La pionera olvidada de la fertilización in vitro

Un día como hoy pero de 1985 se despedía Jean Marian Purdy, enfermera y embrióloga británica cuya contribución fue decisiva en el desarrollo de las técnicas de fecundación in vitro mediante las cuales millones de parejas afectadas por esterilidad o distintos grados de infertilidad pudieron ingresar al mundo de la maternidad y la paternidad.
Nació en Cambridge en 1945. Cursó sus estudios en el Cambridgeshire High Schools for Girls donde también fue delegada estudiantil, participó de la orquesta escolar como violinista y practicó diversos deportes. También desarrolló vastos conocimientos de arte y caligrafía. Entre 1963 y 1966 estudió enfermería en el Hospital de Addenbrooke, de su ciudad natal y luego ingresó como enfermera en el Hospital General de la ciudad de Southhampton.
Ese trabajo no le pareció estimulante y solicitó el pase a un sector en el que se investigaba el rechazo de tejidos. Meses después regresó a Cambridge e ingresó al Hospital Papworth, centro en el que se habían comenzado a realizar las primeras operaciones a corazón abierto de Gran Bretaña y donde, más adelante, se harían los primeros trasplantes de corazón en ese país.
En 1968 ingresó a trabajar en el Laboratorio de Fisiología de Cambridge. Allí, el embriólogo Robert Edwards ya realizaba investigaciones sobre la fertilidad humana y la reproducción y se había contactado con el ginecólogo Patrick Steptoe, director del Centro para Reproducción Humana de Oldham, para avanzar en los estudios. Purdy fue la técnica de laboratorio y quien se encargaba del cuidado de los embriones. Los tres formaron un equipo compacto y se enfocaron decididamente en el mundo de la fertilización asistida.
No obstante, estas investigaciones tenían antecedentes valiosos.
En 1890 el zoólogo inglés Walter Heape había logrado transferir embriones de una coneja preñada a otra y logrado el nacimiento de media docena de conejos en buen estado de salud.
A principios de la década de 1950, la bióloga Anne McLaren comenzó a experimentar sobre embriones de ratones y ocho años más tarde publicó (junto a su colega John Biggers) las conclusiones de su experimento: habían cultivado embriones de ratón en el laboratorio y los habían transferidos con éxito al útero de ratones hembra, cuya consecuencia fue el nacimiento de pequeños ratones que se desarrollaron sanamente. Demostraron con evidencias que la mezcla de espermatozoides y óvulos fuera del cuerpo gestante era posible.
El trabajo de Edwards, Steptoe y Purdy fue incesante durante 10 años. La posibilidad de extraer un óvulo de una mujer, fecundarlo fuera del cuerpo con espermatozoides y volver a implantarlo en el útero de esa mujer, de tal manera que el embrión se lograra implantar, desarrollar y que el embarazo llegara a término con éxito, tuvo su corolario en 1978. El 25 de julio de ese año dio a luz Louise Brown, la primera bebé nacida bajo la técnica de fertilización in vitro (IVF).
Jean Purdy fue quien observó la división del ovocito fecundado que generó nuevas células y fue la encargada de transferir el embrión al útero de la madre para que continuara con su desarrollo.
La noticia generó un aluvión de pacientes y una demanda masiva para la capacitación y entrenamiento que permitiera la ejecución de la nueva técnica. Por esa razón, en 1980 los tres científicos inauguraron la Bourn Hall Clinic en el condado de Cambridgeshire donde se formaron decenas de profesionales nativos y extranjeros.
Purdy era una creyente convencida y recibió numerosos ataques de la iglesia católica y de colegas más conservadores que impugnaban esta nueva técnica. Fueron tiempos de exposición impensada que recorrió con enorme paciencia y convicción. Al mismo tiempo, fue coautora de 26 artículos en los que describió la formación temprana del blastocisto humano y que ayudaron a entender los beneficios y límites de la nueva experiencia.
Un dato relevante es que su presencia ha sido omitida sistemáticamente en cuanto recordatorio u homenaje existiere. Es más, hasta 2015 su nombre no fue estampado en la placa que preside la entrada de la clínica en la cual trabajó sus últimos años. La reparación fue tardía y escasa y ocurrió gracias a la perseverancia de los doctores Edwards y Steptoe que siempre reconocieron la importancia del trabajo desarrollado por Jean Purdy en el equipo de investigación.
Según las estadísticas oficiales (entre 1991 y 2014) cerca de 190 millones de personas convivían con problemas de esterilidad o algún tipo de infertilidad (imposibilidad de lograr el embarazo después de 12 meses o más de relaciones sexuales regulares sin protección) y en ese período nacieron 8 millones de bebés mediante las técnicas de fertilización in vitro. Un aporte sustancial a pesar de todas las trabas burocráticas, políticas, religiosas y/o de tradiciones sociales existentes.
Purdy continuó algunos años sumergida en la investigación y atención de pacientes y contribuyó en forma efectiva al establecimiento de la ética del cuidado embrionario, esencial para el desarrollo de tratamientos de parejas con algún grado de infertilidad.
A sus 39 años un melanoma maligno truncó su vida y privó a la ciencia de más contribuciones.
Salú Jean Purdy! Por tu trabajo fecundo y silencioso.
Vaya este pequeño recuerdo para confrontar contra los olvidos voluntarios de quienes manejan las agendas públicas de acuerdo a sus visiones limitadas y sus pautas discriminatorias. Una persona valiosa más para sumar a la vitrina de los que valen la pena…

Ruben Ruiz
Secretario General 


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