Un día como hoy pero de 1919 nacía la revista El Gráfico, publicación deportiva argentina que marcó tendencias en muchas generaciones, influyó en la vida del deporte nacional, en las políticas deportivas, en la cotización de muchos jugadores de fútbol y construyó apodos que quedaron en la jerga colectiva como marcas de identidad.
La revista fue fundada por Constancio Cecilio Vigil, periodista, escritor de literatura infantil y empresario uruguayo, oriundo de Rocha. Previamente había creado las revistas Pulgarcito, Germinal, Mundo Argentino (que llegó a tener una tirada de 150.000 ejemplares por semana) y Atlántida, que originó la creación de Editorial Atlántida en marzo de 1918.
Un año después salió a la calle el primer número de El Gráfico, que era una revista semanal de interés general. Tal es así que su primera tapa fue una foto con un epígrafe que se titulaba: “Los alumnos de las escuelas públicas de la Capital desfilan ante el presidente de la República (Hipólito Yrigoyen). La publicación constaba de 12 páginas, portada en blanco y negro, su tamaño enorme era de 58×40 y solo había fotos y epígrafes (de allí, el origen de su nombre). En esa primera edición había solo dos menciones al deporte: el tercer campeonato de fútbol en Río de Janeiro y un torneo en las canchas del Lawn Tennis. El primer anuncio publicitario fue de Harrods: “Un vestido, 140 pesos”.
En su quinta edición apareció la primera tapa dedicada el futbol y el primer futbolista con producción fotográfica fue Américo Tesoriere (arquero de Boca Juniors) en una edición de 1922. Ese mismo año realizó la primera encuesta: “¿Cómo debería estar compuesto el team de la Asociación Argentina de Football, encargado de defender nuestros colores en los próximos encuentros internacionales?”. En el año 1924 Vigil se transformó en el primer periodista en cubrir los juegos olímpicos que se disputaron en la ciudad de París.
A partir de su número 333, en 1925, se transformó en una publicación deportiva. El tamaño se redujo a 35×25 y su circulación se duplicó. El futbol acaparó gran parte de las notas pero otros deportes tuvieron espacios importantes, según la época y los acontecimientos deportivos: el boxeo, el automovilismo, la natación, el básquet, el billar, el turf, el atletismo, el ciclismo, el remo, la aviación, el paracaidismo, el polo, el golf, la esgrima, el tenis, el hockey, el voleibol, el rugby, el handbol, el bowling, los juegos de pelota (pelota vasca, trinquete, pelota paleta), taekwondo, entre otros.
Un capítulo aparte fueron sus periodistas.
Alfredo Enrique Rossi, alias “Chantecler” (canta claro), didáctico, eximio crítico de futbol, el primer periodista que desarrolló el análisis deportivo en un medio argentino, el primero que ideó un sistema de calificaciones con puntaje para describir la actuación de los jugadores, conocedor a fondo del reglamento y defensor del estilo de futbol rioplatense. Creador de secciones de gran arraigo popular como “Consultorio”, “Entre pitada y pitada” o “De sábado a sábado”. Fue uno de los iniciadores de los apodos famosos: acuñó el de “Cortina metálica” para Juan Bottaso, arquero de Argentino de Quilmes, Racing Club y la selección argentina.
Ricardo Lorenzo Rodríguez, “Borocotó”. Uruguayo, nacido en el barrio montevideano de Guruyú, amante del candombe, obrero de la Swift, estibador de barcos, chofer de autos y gran lector. Formal, costumbrista, observador, emocional, defensor del “alma de potrero” y del “dribling criollo” como identidad futbolera rioplatense. Fundador del club Sacachispas.
Ganó espacio en la consideración general por sus notas, por su columna en la contratapa que llamó “Apiladas” y los apodos que acuñó. Inventó “La Máquina” para ese River Plate imparable y ganador, “El león de Wembley”, por el arquero de Velez y del seleccionado argentino Miguel Rugilo, “La paloma gaucha”, por la pionera de la aviación deportiva civil argentina Carola Lorenzini, “Los aviones”, por el equipo de básquet de Platense que fue el primer tricampeón de la Asociación del Básquetbol de Buenos Aires, entre otros.
Félix Daniel Frascara, “Frascarita”, nacido en el barrio de Barracas, cuidadoso con el idioma, bohemio, de vida nocturna, sereno, hincha de Estudiantes de La Plata. Intelectual de fuste, ingenioso, también ayudó con el apodo de equipos mitológicos como el que acuño para la selección campeona del Sudamericano de 1957, “Los carasucias de Lima”, que describió con precisión el estilo de juego de esa delantera juvenil formada por Corbatta, Maschio (también Sanfilippo), Angelillo, Sívori y Cruz.
Dante Panzeri, cultor de la honestidad sin cortapisas, librepensador, rebelde, frontal, fiscal intransigente, denunciador serial del “negocio del futbol”. Era el director de la revista en momentos en que los dueños le impusieron publicar una nota del ministro de economía Álvaro Alsogaray. Se opuso. Lo publicaron igual. Lo desautorizaron, renunció a su cargo y volvió a su trabajo de redactor. Fue maestro de periodistas e impuso un estilo que algunos colegas siguen despuntando.
Osvaldo Onofre Bramante, “Ardizzone”, nacido en La Boca, amante del tango y la noche porteña, crítico del mercantilismo, defensor de causas populares. Sabía tanto de futbol que de administrativo de la revista devino en periodista deportivo por indicación de Panzeri. Pluma brillante, de puntuación delicada, maestro de la sutileza y de la insinuación literaria, filósofo de la calle y la tribuna.
La lista es inagotable: Emilio Lafferranderie (“El Veco”), Julio César Pasquato («Juvenal»), Osvaldo Ricardo Orcasitas («O.R.O.»), impulsor de la Liga Nacional de Básquetbol junto a León Najnudel, Hugo Mackern («Free-Lance»), periodista argentino que vio el primer triunfo de Los Pumas ante Sudáfrica en 1965, Alberto Salotto, Jack Barski, Juan Carlos Villa («Banda Bow»), Piri García (quien bautizó a Nicolino Locche como “El Intocable), Carlos Irusta (“Gamarra”), Diego Bonadeo, Juan José Panno, Ernesto Cherquis Bialo, Daniel Arcucci, Alejandro Fabbri, entre tantos.
Otra sección especial fueron sus fotógrafos; profesionales, intrépidos y trotamundos: Alberto Palazzo (Garabito), Francisco Tagliano, Manuel Novoa, el japonés Usaburu Kikuchi, Antonio Legarreta, Ricardo Alfieri, Humberto Speranza, Eduardo Forte, Gerardo “Zoilo” Horovitz, Oscar Mosteirín, Héctor Maffuche, Gerardo Prego, Aldo Abaca, entre otros. Y de su histórico diagramador, Sergio Pintos, junto a sus sucesores en el diseño: Pancho Pastorelli, Carlos Amoreo y Héctor Dall Poggetto.
Loe ejemplares más vendidos correspondieron a los títulos mundiales ganados en 1986 (691.000) y en 1978 (596.000). El deportista con más tapas en la historia de la revista fue Diego Armando Maradona (134) y lo siguieron Daniel Alberto Passarella (58) y Norberto Osvaldo Alonso (54). El primer futbolista mencionado en sus páginas fue Ennis Hayes, un goleador histórico de Rosario Central. La portada del último número, el 16 de enero de 2018, retrató a Ariel Holan, técnico del Independiente de Avellaneda, campeón de la Copa Sudamericana.
El Gráfico le dio un espacio al deporte cuando en los medios argentinos pasaban desapercibidos a pesar de la pasión que despertaban, generó novedades permanentes en su estructura: las notas de tapa, secciones fijas como: Los Hits, Descubriendo a… (alguna promesa del futbol), Argengoles, entrevistas variadas tituladas “100×100” o “Confieso que he aprendido”, notas a jugadoras históricos en la sección “Jugadorazos”, ensayos fotográficos.
Organizador de la “Maratón de los barrios” entre 1934 y 1960 que significó un acontecimiento popular de gran magnitud, actor decisivo en la generación de nuestra idiosincrasia futbolera, influencia notable en las decisiones del futbol y sus protagonistas, propietarios -muchas veces- cercanos o cómplice del poder, muchos periodistas confrontadores y didácticos, otros eclécticos o seguidores de la corriente; producto argento de pura cepa.
Notable herramienta de comunicación masiva que moldeó buena parte de la estética colectiva y disputó la orientación de muchos sentimientos populares en chicos y grandes…

Ruben Ruiz
Secretario General